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Perspectivas globales 2018: 6 tendencias en Energía y Sostenibilidad

Al final de 2017, varios expertos de diversos equipos de Schneider Electric, analizaron en detalle las tendencias geopolíticas, las preferencias de los consumidores finales, la evolución de las políticas medioambientales, las innovaciones tecnológicas, la situación económica y las reacciones a diversos acontecimientos acaecidos a lo largo del año. Tras el análisis, se concluyó que durante 2018, seis, serían las tendencias con más impacto en el cliente final:

 
  1. Geopolítica y su influencia en el mercado energético global

La política y la energía tienden a entrelazarse, y parece que 2018 no será excepcional en este 

sentido. El mercado energético global se encuentra en medio de lo que se considera es una transformación radical, un mundo en el que Arabia Saudí invierte en energía solar y eólica y en el que Tesla tiene una valoración económica mayor que Ford. Al mismo tiempo, el orden político se 

encuentra en un proceso caracterizado por el resurgimiento de los populismos en occidente y por el crecimiento de China que 

favorece que el balance de poder se siga inclinando hacia el lejano oriente. El hecho de que ambos campos se encuentren al borde de cambios tan profundos, no es una coincidencia.

Durante 2018, política y energía volverán a entrelazarse en diversos escenarios en todo el planeta:

  • En Estados Unidos, la revisión del sistema tributario por el actual Gobierno Republicano tendrá sin duda, implicaciones muy significativas en el sector energético en la próxima década.
  • En Europa, mientras se gestionan los problemas fronterizos y el coste financieros de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, Alemania acaba de negociar la formación de una nueva coalición de Gobierno. Esta coalición, podría concluir en el establecimiento de objetivos exigentes en lo que se refiere a la disminución del uso del carbón y el incremento de la energía renovable en la economía europea más importante.
  • En China, Xi Jinping ha comenzado a usar la lucha contra el cambio climático para estimular el liderazgo de China en el escenario global.
  • España, necesita en los próximos meses definir un nuevo plan energético nacional, en el que debe determinarse el papel del carbón, la nuclear y la energía renovable en el mix energético nacional en el medio plazo. Este plan debe completarse en un escenario político muy fragmentado y con muy diversas visiones sobre el tema en discusión.

En cada caso, 2018 debería consolidar un aspecto fundamental: los mercados energéticos globalmente se están volviendo más renovables, menos intensivos en combustibles fósiles y más flexibles.

  1. Situación actual y futura del carbón

En 2017, el mercado del carbón experimentó una recuperación, con el precio en continuo incremento a lo largo del año y con una mayor cantidad transportada y consumida. Incluso en Estados Unidos, donde la producción de carbón y el número de trabajadores en el sector había declinado durante los últimos años, 2017 fue un periodo de incremento en la producción, mayores exportaciones e incluso un repunte en el número de empleos en el sector minero.

Aunque hay cierta especulación sobre un resurgimiento del carbón, 2018 será el año en el que esta industria volverá a la cruda realidad; el carbón está siendo desplazado del mix de generación global. El año pasado fue excepcional, no porque supusiera una revitalización del carbón, sino porque recuerda que el carbón será sólo el combustible de último recurso en un periodo de transición hacia otras fuentes de energía.

China tiene en este momento planes para la creación de un mercado de emisiones que se convertirá en el mayor del mundo. En Europa, la eficiencia energética ha contribuido a detener el incremento en la demanda energética en los últimos años. Además existe una fuerte presión política para disminuir o eliminar el carbón de la generación eléctrica. Incluso en Estados Unidos, los bajos precios en el gas natural y el crecimiento de las energías renovables, provocarán estructuralmente una reducción significativa del sector.

En el caso de España, el papel del carbón en el mix energético será, sin duda, uno de los puntos a discutir en la elaboración del nuevo plan energético nacional. La potencia instalada en centrales que usan este combustible ha disminuido ya en los últimos años, y se espera que la tendencia no solo se mantenga sino que se incremente, ya que algunas plantas han anunciado su cierre para mediados de 2020, fecha límite para el cumplimiento de la nueva legislación europea de emisiones.

Es interesante mencionar que la tendencia negativa que se espera en el uso del carbón es justo la inversa a la tendencia energética global. Se espera que la demanda total de energía continúe incrementándose en las próximas décadas mientras el carbón tendrá cada vez un papel más reducido en el sector energético. En 2018, se verá producir a muchas plantas de carbón sus últimos kilowatios-hora.

  1. Incremento del uso del coche eléctrico

Los coches eléctricos, no son nuevos, pero si lo es su capacidad para competir con los coches tradicionales. Los coches eléctricos están a punto de redefinir el papel de la energía en el transporte. Sin embargo, su crecimiento estará determinado por varios factores que se encuentran fuera del control de los fabricantes de dichos vehículos, entre ellos cabría destacar el precio de los combustibles derivados del petróleo, la innovación tecnológica y los cambios regulatorios.

La competitividad económica de los coches eléctricos viene determinada en gran medida por el coste de su fuente de energía y la de su competidor, el vehículo convencional. En los últimos años el bajo precio del petróleo y como consecuencia de la gasolina y el diésel, no ha contribuido de forma favorable al crecimiento del coche eléctrico. Sin embargo esta tendencia se ha roto desde mediados de 2017, cuando los precios del petróleo comenzaron a incre

mentarse de forma continua. Incluso para muchos consumidores, el coste del coche eléctrico no tiene que ser necesariamente menor que el de un vehículo tradicional, basta con que sólo sea competitivo. El incremento de los precios del petróleo observado, podría contribuir a crear la paridad.


La innovación y el desarrollo de la tecnología de las baterías es otro de los factores clave en el coste total y en la viabilidad del vehículo eléctrico como una alternativa real. La fiabilidad y capacidad de las baterías ha mejorado de forma considerable y se espera que lo continúe haciendo facilitando así un mejor rendimiento de los vehículos eléctricos.

Parar entender el impacto que la regulación puede tener sobre el incremento de la cuota de mercado del coche eléctrico, se puede tomar como ejemplo Noruega. En este país, el gobierno aprobó una regulación muy agresiva para impulsar este tipo de vehículos resultando en un incremento significativo de su uso, hasta alcanzar el 30% de los nuevos coches matriculados. La regulación incluía menores impuestos, incentivos a la compra y exenciones en algunas tasas. Así pues, la regulación favorable que pueda aprobarse en los países más desarrollados, afectará sin lugar a dudas, al fomento del uso del coche eléctrico, a la disminución de los vehículos tradicionales y finalmente al estancamiento de la demanda de petróleo.
 

  1. Regulación, liberalización y nuevas tecnologías y su impacto en la compra de “energía verde

A pesar de las restricciones regulatorias y los retos que supone su integración en la red, las energías renovables siguen creciendo. La Agencia Internacional de la Energía indica que en la actualidad hay más de 303 GW de potencia solar instalada globalmente tras batirse el record de nueva potencia instalada en 2016 (y en 2017 se espera un nuevo record). Las instalaciones eólicas presentan también la misma evolución positiva con una potencia instalada global de 487 GW al concluir 2016.

Las empresas comerciales, industriales y el sector público han sido las principales impulsoras de este crecimiento, debido en gran medida a su necesidad de cumplir con sus compromisos medioambientales. Por ejemplo, estas empresas han contratado más de 16 GW de nueva capacidad solar y eólica a través de acuerdos de compra de energía a largo plazo denominados PPA´s (Power Purchase Agreements), sólo en 2017 la cantidad ascendió a 5,4GW.

En cualquier caso, el crecimiento de las energías renovables ha estado también muy condicionado 

por las regulaciones locales. Las políticas de incentivos fiscales o los subsidios a la producción han fomentado el desarrollo de este tipo de energía, sin embargo la experiencia demuestra que estas ayudas pueden fácilmente disminuirse o eliminarse. En los últimos años, los mercados europeos se están moviendo desde un esquema de ayudas a la producción a un sistema de subastas. Este, es también el caso de España, que tras un periodo de moratoria, en 2016-2017 se han convocado 

y adjudicado dos subastas para energía renovables. Este cambio en la regulación, se espera que tenga una influencia decisiva en el fomento de los PPA´s en Europa, de hecho, diversas fuentes del mercado afirman que en el caso de España, 2018 va a ser definitivamente el año de despegue de este tipo de producto.

La falta de continuidad en la producción de las energías renovables, ha provocado incertidumbre sobre la capacidad de la red de asumir la creciente penetración de la energía solar y eólica. Sin embargo, los avances en soluciones tecnológicas como las baterías, los integradores, y el “blockchain” están ayudando a mitigar las citadas incertidumbres.

A medida que los mercados energéticos se liberalizan y se descentralizan, las barreras a la participación directa en los mismos disminuyen y más fuentes de energía distribuida como por ejemplo la solar, se desarrollan. Cuanto y como de rápido ocurrirán estos cambios para modificar la forma de operar de las redes energéticas globales está todavía por determinar.

  1. Sistemas de calefacción de bajas emisiones de CO2

En enero, las temperaturas en Europa pueden oscilar entre los agradables 22ºC de Palermo en Italia a los -15ºC en Kemi, Finlandia. La media regional es de unos 8ªC. Desde un punto de vista práctico, esta situación lleva a plantearse la eficiencia y sostenibilidad de los sistemas de calefacción domésticos o en centros de trabajo que según estadísticas de la UE utilizan combustibles fósiles en más de un 84% de los casos.

La utilización de sistemas de calefacción de bajas emisiones de CO2 no suele concentrar tanta atención como otros temas relacionados. Sin embargo, es muy difícil alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de los distintos países si las emisiones relacionadas con los sistemas de calefacción no se reducen de forma significativa.

Diversos estudios actuales, parecen indicar que el hidrógeno podría suponer una solución alternativa a los combustibles fósiles, ya que su utilización genera únicamente agua. Aunque todavía es un proyecto, si se demuestra viable, el uso del hidrogeno podría suponer un importantísimo avance en la des-carbonización de los sistemas de calefacción.

  1. Creciente interés en el establecimiento de objetivos medioambientales denominados SBT (Science Based Targets)

Desde hace ya un cierto tiempo, las empresas más comprometidas con el medioambiente han establecido objetivos específicos en este ámbito. Lo que está empezando a cambiar es la forma en la que estos objetivos se establecen y desarrollan.

La colaboración entre diversas entidades como CDP, WWF y las Naciones Unidas, proporciona a las empresas una guía para establecer los objetivos que deberían limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC, son los denominados objetivos STB.

Al contrario que los objetivos fijados de forma individual por las organizaciones los STB siguen una metodología aceptada de forma internacional y además son estándar, proporcionales al compromiso y fácilmente medibles.

Los mercados energéticos globales continuarán respondiendo, en la mayoría de las ocasiones con sorprendente rapidez, a los cambios geopolíticos, a las dinámicas regionales, a las tecnologías emergentes y a la influencia de la oferta y demanda. Analizar y seguir la evolución de estas dinámicas durante 2018, ayudará a las empresas a mejorar su eficiencia y ser más sostenibles.

Fatima Sánchez, Head of Market Studies, Energy & Sustainability Services